I Encuentro
El I Encuentro (1972) nos permitió salir del anonimato, y expresar nuestras necesidades, aspiraciones y contribuciones como bautizados viviendo en la iglesia en Estados Unidos.
El I Encuentro (1972) nos permitió salir del anonimato, y expresar nuestras necesidades, aspiraciones y contribuciones como bautizados viviendo en la iglesia en Estados Unidos.
El primer encuentro llamo para un comité nacional episcopal para los que hablan español, la creación de una Secretaría, y el establecimiento de institutos pastorales. También se centró en cuestiones que afectan a los hispanos a nivel nacional, regional y diocesano, Comunidades Eclesiales de Base, el ministerio, sentar apostolado, la liturgia, la educación religiosa y la catequesis, las escuelas católicas, y los desafíos sociales y económicos de la época.
En el II Encuentro (1977) nos identificamos como un Pueblo Hispano Católico diverso pero unido por una fe, una historia, una cultura y una lengua comunes. También discernimos un estilo de ser iglesia basado en una eclesiología de comunión y una opción preferencial por los alejados y los que viven en la pobreza.
Más de la mitad de los talleres fueron sobre la Evangelización, que fue el tema principal del encuentro: ministerios de evangelización; evangelización y los derechos humanos; evangelización y educación integral; evangelización y la responsabilidad politica; y la evangelización y la unidad en la pluralidad.
El III Encuentro (1985) nos permitió elevar nuestra voz profética para articular una dirección clara la respuesta pastoral de la iglesia a la presencia hispana, y nuestra respuesta como iglesia. Esta visión quedo plasmada en el Plan pastoral Nacional del Ministerio Hispano (1988) y en un modelo de iglesia evangelizadora, comunitaria y misionera.
A lo largo del proceso del III Encuentro, las reflexiones populares subrayaron una preocupación concreta por la necesidad de formación de sus líderes. Algunos puntos claves aparecieron como base para las conclusiones del III Encuentro Nacional Hispano de Pastoral. Las conclusiones del III Encuentro, recogidas en el documento "Voces proféticas", fueron utilizadas como guía para formular el Plan Pastoral Nacional para el Ministerio Hispano.
El Encuentro 2000 nos permitió ser anfitriones y compartir una experiencia de Encuentro con todas las cultura y razas que conforman la iglesia en Estados Unidos. La visión de una iglesia donde todos seamos bienvenidos surge desde nuestra más profunda identidad como pueblo mestizo y mulato que se sabe peregrino en esta tierra y llamado a alas solidaridad con Los Muchos Rostros en la Casa de Dios.
Obispo Gerald R. Barnes, Presidente del Comité de Obispos para Asuntos Hispanos, en referencia a la católica hispana en los Estados Unidos y para los tres encuentros nacionales anteriores, dijo, "hispanos y latinos son una parte sumamente importante de la Iglesia Católica en el Estados Unidos con maravillosos dones de la fe y la espiritualidad para compartir. Estos encuentros les han dado la oportunidad de orar y compartir y escuchar y con los demás. al comenzar el tercer milenio del cristianismo, los católicos hispanos en los Estados Unidos quieren reunir una vez de nuevo con todos sus hermanos y hermanas de la Iglesia para celebrar la riqueza cultural de la fe católica y para planificar nuevas formas de evangelizar."
El Primer Encuentro Nacional Hispano de Pastoral Juvenil (2006) nos permitió escuchar las voces de los jóvenes hispanos/latinos, y discernir mejores maneras de responder a sus necesidades y aspiraciones, así como reconocer sus contribuciones como protagonistas privilegiados del presente y del futuro de la iglesia en Estados Unidos